MENSAJE POR EL DIA INTERNACIONAL DEL TEATRO 2015

Los verdaderos maestros del teatro se pueden encontrar muy fácilmente lejos del escenario. Y por lo general no tienen interés en el teatro como máquina para reproducir convenciones y clichés. Buscan las fuentes de la pulsión y las corrientes vivas que evitan las salas de representación y a las multitudes que prefieren la copia de un mundo o de otro. Preferimos copiar en vez de crear mundos que inciten al debate con el público, que se centren en las emociones que se acumulan bajo la superficie. En realidad no hay nada que pueda revelar tantas pasiones ocultas como el teatro.
A menudo vuelvo a la prosa como una guía. De vez en cuando me sorprendo pensando en escritores que hace casi un siglo profetizaron el declinar de los dioses europeos, y describieron el crepúsculo que hizo sucumbir a nuestra civilización en una oscuridad que aún espera ser iluminada. Estoy pensando en Franz Kafka, Thomas Mann y Marcel Proust, pero también incluiría hoy a John Maxwell Coetzee en este grupo de profetas.
Su sentido común sobre el inevitable fin del mundo -no del planeta, sino del modelo de las relaciones humanas- y del orden social y el caos, es considerablemente actual para nosotros hoy día. Para nosotros que vivimos después del fin del mundo. Para nosotros que enfrentamos crímenes y conflictos que se encienden diariamente en nuevos lugares más rápido que los ubicuos medios de comunicación. Estos fuegos se vuelven aburridos muy rápidamente y desaparecen de las noticias, para nunca más volver. Y nos sentimos desprotegidos, horrorizados y acorralados. Ya no podemos construir torres, y las murallas que levantamos obstinadamente, no nos protegen de nada -por el contrario, ellas mismas piden protección y cuidado, lo que nos hace consumir una gran parte de nuestra energía vital. Ya no tenemos la fuerza para tratar de mirar lo que hay más allá de las puertas, detrás de los muros. Y es precisamente por eso que el teatro debe existir y donde debe encontrar su fuerza. Mirar más adentro de lo permitido.
“La leyenda busca la explicación de lo inexplicable. Está aferrada a la verdad y debe terminar en lo inexplicable”- así es como Kafka describió la transformación de la leyenda de Prometeo. Siento profundamente que esas mismas palabras deberían describir el teatro. Y ese tipo de teatro que se aferra a la verdad y termina en lo inexplicable,  es el que deseo para todos sus trabajadores, para los que están en el escenario y para los que están en el público. Lo deseo con todo mi corazón.

Krzysztof Warlikowski

Nacido en Szczecin, el 26 de mayo de 1962 Krzysztof Warlikowski  es un director de teatro polaco, creador y director artístico del Teatr Nowy (New Theatre) enVarsovia, considerado uno de los más importantes directores de teatro europeo de su generación, que se ha destacado por el trabajo con sus actores en la exploración de procesos creativos, como también en la composición de contundentes imágenes teatrales para obras de William Shakespeare, del teatro clásico griego y montajes de autores contemporáneos.  Purificado de Sarah Kane, fue la obra que en 2002 le dio relevancia internacional, con un trabajo que le ha permitido girar por varios de los principales escenarios y festivales mundiales. 


LUZ MARIA

Luz María fue el nombre que tuvo la versión televisiva de la radionovela "El ángel perverso" de la autora cubana Delia Fiallo, producida por América Televisión entre los años 1998 y 1999.
Esta novela es bastante curiosa en su concepción, por cuanto la historia se basa en un personaje protagonista-antagónico, es decir la protagonista  de la historia es la perversa esposa del protagonista que se hace pasar por invalida ocasionándole una serie de problemas.
De las nueve versiones que se han hecho, ninguna ha sido fiel al libro original y aquí no podía ser la excepción.
Le versión nacional estuvo ambientada a inicios del siglo XX en una Lima que fue reproducida fielmente, tanto en sus paisajes (casonas, calles, negocios) como en las costumbres, vestuario y modismos al hablar.
En esta novela interpreto al dueño de un taller de costura -cuyo nombre era el Sr. Balladares- quien le da empleo a la protagonista (Angie Cepeda).
Incluyo (por los gratos recuerdos que me trae) una de las escenas en que aparece mi personaje.