LAS PRIMERAS ACTRICES

Mencionábamos anteriormente, que se considera la fecha de inicio a la profesionalización del actor, cuando un grupo de artesanos firman un documento notarial conformándose en compañía de teatro, casi tal cual como la conocemos ahora.
Hoy en día se destaca la importancia de los gremios de artesanos, a cuyo cargo corría la organización de la festividad del Corpus y, en este sentido, resulta significativo que muchos de estos primeros profesionales procedan del ámbito gremial: Lope de Rueda había sido batihoja, (dorador) Pedro Montiel, hilador, Alonso de la Vega, calcetero, etc.
Los documentos legales se refieren a muchos de los primeros actores profesionales por su oficio de origen al no existir todavía una consideración legal y social definida de la profesión de actor.
Aunque las mujeres pudiesen participar en danzas y cantos en las festividades del Corpus, los miembros de los oficios que representaban en el marco del Corpus en su primera época, los que se responsabilizaban de sacar los carros, expresión utilizada habitualmente en la documentación, eran por lo que sabemos varones, y por lo tanto es probable que fueran ellos quienes representasen los personajes femeninos que se exhibían en los carros.
Por otro lado no hay que olvidar que en la tradición de los espectáculos no profesionales, relacionados con los colegios y universidades, quienes representaban a los personajes femeninos eran los propios estudiantes, que eran, claro está, varones.
De manera que toda una tradición hacía en cierto modo natural que los hombres representasen a mujeres cuando empiezan a surgir las primeras compañías profesionales.
Si tratamos de averiguar quién fue el primer “actor profesional” tenemos que llegar indefectiblemente a “Ser Maphio” (cuyo equivalente actual sería Señor Maphio, sin conocerse apellido alguno) quien como cabeza de un grupo de artesanos, firma el famoso contrato de Padua.
Pero cuando nos referimos a la primara actriz profesional, la cosa cambia, y es una artista de la Commedia dell’Arte llamada Vincenza Armani quien se convierte en 1566, en la primera actriz profesional documentada.
Existe evidencia que en la década de 1540 algunos grupos de la Commedia empiezan a tener intérpretes femeninas, pero entre la década de 1560 y 1570 fueron definitivamente la del inicio de la actriz.
La llegada de la actriz origina un tipo nuevo de personaje: la mujer y amante.
Estos personajes adicionales obligan a muchas compañías de Commedia a emplear una dramaturgia más sofisticada e historias mas complejas, dando como resultado, "la comedia perfecta" por su equilibrio de temas intelectuales y comunes y su complicada trama centrada en los sueños frustrados de los jóvenes amantes. La historia de amor entre jóvenes con problemas se convirtió en un sello distintivo de la "comedia italiana" y se considera como base para la más famosa obra de Shakespeare: Romeo y Julieta, escrita en 1597.
Con la aparición de la actriz, se establece una nueva tradición de personajes sin máscara en el elenco de la Commedia. Considerando que los personajes femeninos habían sido interpretados por hombres vestidos con máscaras femeninas, las actrices actúan sin las máscaras, ya que muchas de ellas eran particularmente hermosas.
Los amantes masculinos, al aparecer sus parejas sin máscara, dejan ellos también la suya, costumbre que se extiende a ciertos personajes secundarios como la doncella (servetta) quien actúa sin máscara, siendo la más famosa: Colombina y entre los personajes masculinos, Pedrolino, un siervo que aparece con la cara de blanco (de ahí el término "infarinato", que significa "enharinado".) quien en Francia se convierte en el célebre Pierrot.
Pero no nos alejemos del tema materia de esta entrada, y conozcamos un poco más de éstas precursoras de las actrices profesionales actuales.

Vincenza Armani (Venecia, 1530 - 1569), fue una actriz italiana, cantante, poeta, interprete musical, fabricante de encajes y escultora con muy buenas dotes. . Ella fue una de las actrices italianas más famosas de la época y conocida como Vincenza Armani la “divina". Ella y Bárbara Flaminia fueron las dos actrices más famosas en Italia en la década de 1560 y se les describe como grandes rivales.
Las primeras noticias que se tienen de ella es cuando aparece formando parte de la compañía de teatro Ganassa Zan en Mantua en 1565 pasando posteriormente a la Compañía Gelosi de Flaminio Scala, cuya esposa, Bárbara Flaminia, inicia una rivalidad con ella que no sólo se da en las tablas, sino fuera de ellas, llegando a realizar un concurso de actuación en Mantua en 1567, a despecho que la actriz principal de la compañía era Vittoria Pissimi.
Vincenza Armani murió envenenada posiblemente por un ex amante. Su pareja y colega, Adriano Valerini, escribió un discurso famoso en su memoria en 1570.
Armani es la primera actriz italiana famosa y bien documentada de la Commedia dell’Arte, y la primera diva. Aunque la primera actriz italiana conocida por su nombre, fue la actriz Lucrecia de Siena, cuyo nombre aparece en un contrato de actores de octubre de 1564.

Isabella Andreini (Padua, 1562-Lyon, 1604) fue una actriz y escritora italiana. Nacida en Padua con el nombre de Isabella Canali, se casó con Francesco Andreini en 1578, el mismo año en el que fueron contratados por la compañía de teatro de Flaminio Scala. También fue conocida en el campo de la literatura. Entre sus obras destacan la fábula pastoral Mirtilla (Verona, 1588), un libro de canciones, sonetos y otros poemas (Milán, 1601), y una colección de cartas publicadas después de su muerte. Inspiró a muchos poetas franceses, entre los que destaca Isaac du Ryer (1568 - 1631). A su muerte (de parto) se acuñó una moneda en Lyon, con su retrato en una cara, y la figura de Fama en el reverso, con las palabras “aeterna fama”.
Su esposo quien había asumido el control de la compañía I Gelosi la disuelve y se retira del teatro.
El personaje tipo de la “enamorada” de la Commedia dell’ Arte Isabella, empleado por posteriores compañías de teatro, fue llamado así en su honor.
Con la llegada de los españoles a América en el siglo XVI, llega también el teatro y lógicamente las compañías de actores itinerantes, grupos que se desplazaron a éstas tierras atraídos en unos casos por la posibilidad de conseguir fortuna y en otros traídos como entretenimiento del virrey, Pizarro era muy aficionado a las representaciones sin mayor exigencia, en cambio, cuando arriban a América los primeros virreyes, éstos, por su cultura, prefieren obras mucho más serias y mejor preparadas.
En el siglo XVII comienzan a aparecer las primeras compañías americanas y con ellas las primeras actrices criollas, entre las que cabe destacar a María de Sandoval, radicada en Santa Fe (Reino de Granada, actual Bogotá-Colombia), quien pide licencia para crear una compañía propia en 1618 o Iona de los Reyes del Nuevo Reino de Granada.
Es a mediados de 1700 en que comienzan a gestarse las ideas liberales contra el poder español, y el teatro no es ajeno a ello, aunque con una fuerte censura de parte del gobierno virreynal. La mujer sigue ocupando su lugar en la escena pero su trabajo también tiene limitaciones. Como ejemplo baste citar un fragmento de la Real Cédula de 1765, uno de cuyos párrafos dice:
Al extremo del tablado y por su frente en toda la latitud se pondrá una tabla de altura de un tercio, a fin de embarazar por este medio que se registren los pies de las actoras al tiempo que están representando”.

Son muchas las actrices latinoamericanas que destacan en esos años, como la chilena Concepción López de O'Loghlin; las colombianas Rosario Afanador, Damiana Zabala, Nicolasa Villar, Catarina Arias, Isabel Pérez, Dolores Alegre; las venezolanas Teresa Guairena, Francisca Romero de Alcázar; la argentina Manuela Funes; la cubana Leonor López, considerada la primera actriz de Cuba; las peruanas Hipólita, María Teresa Fonseca y María Mercedes Sánchez, sin dejar de mencionar a una gran actriz, que se convierte en un antecedente de las grandes divas del siglo XIX: Micaela Villegas y Hurtado (1748-1819), más conocida como “La Perricholi”, considerada la reina de los escenarios limeños.
Micaela Villegas - La Perricholi
Hemos visto a grandes rasgos, como la mujer a fuerza de su trabajo y empeño ha logrado, a través de los siglos, alcanzar un lugar importantísimo en la historia del teatro universal.

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