LAS MIL NOCHES Y UNA...

Normalmente no hago crítica teatral por dos motivos:
1º.- Porque como actor y director se puede prestar a malas interpretaciones y...
2º.- Porque es mucho trabajo.

Pero sucede que varios amigos me han pedido una opinión acerca del montaje de "Las mil noches y una noche"  de Mario Vargas Llosa, y aunque me he mostrado reticente, tengo que aceptar que está interesante la idea y ahí va mi modesta opinión (no me atrevo a llamarla crítica).
Antes de empezar la acción aparecen Mario y la actriz de turno, en este caso,  Vanessa Saba a dialogar en forma melosa y falsa acerca de su participación actoral. Luego de ese  preambulo, se abre el telón, se encienden las luces, suena la musiquita  y ahí está el sultán "Sarigar" (siempre supe -y más cuando leí el libro, lo comprobé) que se llamaba Shariar, pero en fin, con una especie de bata de baño que ni por asomo se parece a un vestido árabe- esperando para cortarle la cabecita a Sherezade después de una noche romántica.
Ella, Vanessa Saba, luciendo un hermoso ¿sacón? con bolsillos -que nunca usaron las mujeres árabes- se esfuerza por decir lo mejor que puede un texto monótono y por momentos aburrido.
Es que esa es la constante de Vargas Llosa, la palabrería, dieciocho páginas para decir lo que pudo hacer en dos líneas, lo descriptivo de sus textos pueden estar bien para la novela, pero no para el escenario.
Su acartonamiento y su estilo declamativo -siempre hablando de frente a la platea- resta  interés a la pieza, sus desplazamientos -limitados a tres o cuatro posiciones, y como si pisara huevos- se ve que han sido hechos por el director para no poner en evidencia la falta de práctica escénica del novelista.
Vanessa es un punto aparte, ha sido mucha actriz para el escritor que se notaba -al menos así lo sentí- estaba limitándose en su actuar para no opacarlo y dejar que sea "Él" el protagonista en escena, y no su personaje de la astuta hija del visir.
En cuanto al montaje ha tenido aciertos en la escenografía y la iluminación que trataron de crear una atmósfera de fantasía, pero las proyecciones a foro, muchas veces gigantescas estuvieron fuera de foco. Pienso que se hicieron para distraer un poco la atención del público hacia el novelista.
Vargas Llosa será muy buen escritor -aunque me quedo con Julio Ramón Ribeyro-  habrá ganado el premio Nobel de literatura, pero nunca ganará un premio Tony.
Fueron "Las mil noches y una...decepción"
Que siga haciendo lo que sabe hacer.

1 comentario:

  1. Te doy toda la razón. Fue demasiado montaje para un actor aficionado, me pesó haber ido hasta Asia a ver la función. Con sus aires de autosuficiencia, parecía que lo que quería era opacar a Vanessa Saba, aunque claro como el señor es "el premio Nobel" puede darse esos lujos y exigir un aplauso al público.
    Pero ésta no es la primera vez que "actua", en realidad se la pasa actuando toda su vida, sobre todo cuando pontifica en cuanto medio busca cabida como entrevistado.
    A su edad, hacer el ridículo es doblemente feo.
    Isabel.

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