Hurgando entre papeles, fotos y libretos amarillentos de lo puro viejos, encontré algunos referentes a la época de oro del espectáculo revisteril en Lima. Es así que esas fotos me remitían a inicios de la década del 50 y al Bim Bam Bum.
¿De donde venía ese nombrecito?
El mambo y el cha cha chá estaban en su apogeo y mediante avisos que solicitaban veinte chicas para una compañía de revistas, se organizó un concurso. La bailarina Yolanda Montes (Tongolele) que a la sazón se presentaba en la boite "Embassy" en la plaza San Martin, encabezó el jurado -integrado por el pintor Sérvulo Gutierrez y Pilar Pallete quien fuera esposa del actor John Wayne- para escoger a las chicas que bailarían. La selección se hizo en la boite "Cotillón" y se presentaron largas colas de jovencitas ansiosas de surgir como rumberas.
Entre las seleccionadas estaban Alejandrina Población ("Mara"), Consuelo Loyal Echevarría (Anakaona), y Betty Di Roma que no necesitó un nombre artístico. Las dos primeras destacaron tanto en el baile como en la actuación y Betty sólo se dedicó a bailar alcanzando fama internacional.
Fue tal el éxito, que el teatro Monumental de Breña tuvo que ser protegido por la caballería de la policía debido a la gran cantidad de espectadores que formaban largas colas.
Entre las seleccionadas estaban Alejandrina Población ("Mara"), Consuelo Loyal Echevarría (Anakaona), y Betty Di Roma que no necesitó un nombre artístico. Las dos primeras destacaron tanto en el baile como en la actuación y Betty sólo se dedicó a bailar alcanzando fama internacional.
Fue tal el éxito, que el teatro Monumental de Breña tuvo que ser protegido por la caballería de la policía debido a la gran cantidad de espectadores que formaban largas colas.
Cine Teatro Monumental en los años 50 |
La Cía. Bim Bam Bum pronto se hizo famosa en el ambiente nocturno limeño, y el teatro Monumental adquirió una notoriedad en la época, que hoy en día da pena verlo convertido en una galería comercial, (Igual sucedió con el teatro Opera en Santiago) dejando en el recuerdo esas alegres noches de diversión y fantasía.
Claro, como siempre ocurre, aquí el presupuesto limitaba y mucho.
No habían lujosos vestuarios, ni fastuosa escenografía ni efectos luminosos impresionantes, todo era mas modesto.
Los “vestuarios” de las coristas eran mas bien simples, con mucho raso y papel platina, nada de plumas o lentejuelas (importadas y carísimas) los decorados eran pintados sobre telones de tocuyo estucados con pintura para pared mezclada con cola (si, la misma pintura que se vendía al peso envuelta en papel con un poco de tiza para que no se adhiera al mismo) y los efectos de luces se hacían con tachos fabricados con latas de aceite vacías, celofán y mucha imaginación.
Todo ello ni siquiera resultaba una imitación, sino casi una caricatura.
Corista chilena |
Anakaona - bailarina peruana |
Pero ahí le daban y se presentaron espectáculos que incluían rutilantes bailarinas y pequeños sainetes cómicos intercalados. A veces era al revés, se presentaba una comedia mas o menos larga y en los entreactos o dentro de la misma historia se incluían los números de baile.
Así el libreto podía decir:
“La escena representa un cabaret, mesas ocupadas por algunos parroquianos. CLODOMIRO, auténtico padre de RENE está sentado con una mujer. Luego de dos o tres números continúa la acción”:
RENE.- (Entra y ve a Clodomiro sentado con una mujer) ¡Papá!
CLODOMIRO.- ¡Mi madre!
RENE.- ¡No, soy tu hijo!
RENE.- (Entra y ve a Clodomiro sentado con una mujer) ¡Papá!
CLODOMIRO.- ¡Mi madre!
RENE.- ¡No, soy tu hijo!
Mara - Benjamín Ureta - Alfredo Bao |
Y se lograba un espectáculo bastante armónico y bien presentado, que siempre arrancaba carcajadas al público por lo enredado de sus tramas y el doble sentido en muchos de sus diálogos.
La comedia estaba a cargo de actores de mucha experiencia como Alex Valle, Antonia Puro, Alfredo Bao, Tamara Brown y Benjamín Ureta entre otros.
En la parte musical, el espectáculo marcó el debut de figuras nacionales como Anakaona de imponente figura, Mara con su larga y negrísima cabellera y Betty di Roma jovencísima hija de un ex pianista de ascendencia italiana quien tenía un pequeño negocio en el Callao, y que junto a Rafael Ferreyra hacían delirar al público.
Las coristas, Betty, Verónica, Gladys, María Cristina y Yuri, fueron elegidas por la legendaria Tongolele, y hacían sus coreografías con el modelo mexicano de las películas de María Antonieta Pons, Amalia Aguilar y Tin Tan.
De pie, a la derecha: Anakaona |
Del Monumental pasaron al Cine Francisco Pizarro con el nombre de Compañía Cha Cha Chá, pero no duró mucho tiempo, el mambo pasó de moda, el cha cha chá también y la debacle vino como consecuencia lógica.
Poco a poco fueron perdiendo público hasta que el espectáculo se canceló.
Eda Lorna |
Poco a poco fueron perdiendo público hasta que el espectáculo se canceló.
Las bailarinas se eclipsaron, algunos actores fallecieron, otros pasaron a la televisión y a fines de los sesenta Augusto Ferrando revivió el espectáculo con un formato diferente y un nuevo nombre “La Peña Criolla”
Cierre de función de la Cía Cha Cha Cha |
Pero esa ya es otra historia.
MUY INTERESANTEEEEE...
ResponderEliminarExcelente la reseña del periodo de las bailarinas peruanas Anakaona, Mara, Betty di Roma (la más talentosa) y la labor promotora de Guido Monteverde. Un personaje de novela o de teatro. Podrían hacer una serie con su vida azarosa.
ResponderEliminarFraternalmente
Ernesto
Me hicieron recordar las charlas que se hacian en el trabajo entre mi padre y mis tíos, de las bailarinas, de la tongolele, mara, y de la musica de la sonora matancera, y de su "discoteca de la época", el Tibiri tabara de agua dulce.
ResponderEliminarmi madre se llamaba artistiscamente marina barrera y bailaba tambien en el año 1950 en el mimambum con duido monteverde quisiera tener sus fotografias que no las tengo
ResponderEliminarsi alguna persona la tienen porfavor me la podrian mandar al facebook rosa lopez
Guido y yo eramos primos. Para entrar al Monumental me pegaba un bigote, fumaba un cigarro y me ponia doble chompa para tirar mas cuerpo. Todo para ver a las bailarinas y coristas calatearse en los camerinos. Ahhh Guido... en los almuerzos dominicales en familia se esforzaba para convencer a mis tias que las bailarinas y coristas eran... casi virgenes. Que tiempos aquellos cuando Lima era una ciudad, no un infierno como ahora.
Eliminar