Ésta va a a ser una entrada corta.
Y completamente ajena al tema que hemos estado viendo en estos días.
Quiero referirme a los comentarios. Si, a esos comentarios que se deben hacer después de leer un post.
Y digo que se deben hacer, porque de eso nos alimentamos quienes escribimos un blog, y si el lector no comenta, puede ser por dos razones:
Por que considera que no vale la pena hacerlo porque el artículo no fue interesante, o
Por que aún considerándolo interesante, no se anima a expresar una opinión.
Y eso nos deja pensando, porque no sabemos si vamos por buen camino o si debemos cambiar el rumbo y tocar otros temas.
Por eso decía que ésta nota iba a ser corta, por que la mejor forma de hacer que siga subiendo posts, es haciendo comentarios a los mismos, eso me sirve de pauta para los siguientes.
Entonces, después de leer un post de éste blog, coméntenlo, envíen su opinión, digan qué les pareció débil o malo y sugieran nuevos temas.
Todos saldremos ganando con esas simple líneas.
EL VESTUARIO EN EL TEATRO - 3
MANOS A LA OBRA
Así como para montar una obra de teatro hay que seguir ciertos pasos previos, para emprender la tarea de diseñar el vestuario para la misma, hay que mantener un orden:
- Lectura de la obra.
- Conocimiento del plan de iluminación
- Conocimiento de la escenografía
- Diseño, medida a los actores y compra de materiales
- Confección
- Pruebas iniciales y ajustes
- Ensayos de uso
- Ensayo general y presentaciones
- Almacenamiento posterior o reciclaje.
Analicemos cada ítem:
Lectura de la obra:
Es indispensable que el encargado del vestuario, lea varias veces la obra para estar seguro del tipo de vestuario que usarán los personajes. Sin embargo aquí se topa con un escollo: los autores no detallan nada en lo que a vestuario se refiere, es más, a veces ni indican la época o el año exacto en el que se desarrolla la trama, por eso se hace necesario leerla y sobre todo, discutirla con el director, ya que es él quien marcará los aspectos importantes de cada personaje. Para iniciar el trabajo de diseño, deberá contarse con una iconografía, que bien puede ser básica; recurrir a los cuadros y estatuas antiguas, es siempre conveniente, mas no así a las películas (mientras no sean documentales) porque en ellas ya está el sello creativo del diseñador, y en muchos casos, los trajes no se ajustan a la época requerida.
Conocimiento del plan de iluminación:
Esto es importante para evitar que los colores de los trajes reaccionen negativamente al exponerlos a la luz del escenario. Por ejemplo una tela roja bajo una luz amarilla se convierte en naranja y el azul cambia a verde. Para evitar esto es conveniente probar las telas de colores bajo la luz que se va a usar, y esto se hace teniendo conocimiento del plan de iluminación. También se puede usar una caja de luz de prueba, que es un cubo de 50 x 50 cm. Con una tapa en una de sus caras. En la cara opuesta se fijan tres focos de color rojo, azul y verde cada uno con su interruptor. En la parte superior hay un agujero para mirar el interior el cual va pintado de negro mate. La tela que vamos a probar, la sujetamos a la parte interior de la puerta y prendiendo diversas combinaciones de luz, veremos por el agujero de la caja el efecto que se produce en el color.
Conocimiento de la escenografía:
Generalmente este es un aspecto que se descuida o se pone en segundo plano y sin embargo es de suma importancia. Si no se conoce el plan de escenografía, podremos caer en las situaciones que mencionábamos en el prólogo: que una actriz con vestido verde se siente en un sillón verde y simplemente desaparezca. O que los escalones o puertas, no sean fácilmente utilizables por actores o actrices con trajes difíciles de llevar, no olvidemos que el buen uso de la escenografía destaca o minimiza a los personajes de acuerdo a los requerimientos del director y si el diseñador de vestuario no coordina con el escenógrafo, el resultado no será el deseado.
Diseño, medida a los actores y compra de materiales:
Después de haber pasado por las etapas anteriores, ahora puede el diseñador sentarse a dibujar el figurín. La técnica a utilizar puede variar de acuerdo al gusto, puede utilizarse lápices, témperas, acuarelas o marcadores (plumones). Es conveniente también, adjuntar a cada figurín, una muestra de la tela a utilizarse a fin de verificar color y textura. Los accesorios (sombreros, abanicos, guantes, etc.) y detalles de confección (tableros, dobladillos, apliques, etc.) se indicarán también en dicho dibujo.
Confección:
Los modelos hay que trabajarlos uno por uno, considerando las medidas de cada actor o actriz, a fin de que sea cómodo llevarlos, asimismo, debe tenerse en cuenta que a veces un personaje usa varios trajes en una representación, por lo tanto, el cambio debe ser rápido y sencillo. Para iniciar la confección es necesario tomar medidas a quienes los usarán. Las medidas básicas, tanto para hombre como para mujer son:
- Busto.
- Cintura.
- Cadera.
- Hombro.
- Brazo. (Flexionado y desde el hombro a la muñeca)
- Talle.
- Largo de falda. (Hasta donde sea necesario)
- Largo de pantalón.
- Largo total. (Tomado desde el hombro hasta el tobillo)
Con estas medidas, se podrán realizar los moldes en papel que luego serán trasladados a la tela, la misma que, con los datos anteriores, se podrá calcular y comprar.
Hay un punto importante a tomar en cuenta, y es el de las sustituciones. Para el teatro no siempre resulta práctico -por el costo- utilizar las telas que se usaban en la época que estamos recreando, un terciopelo o una seda china pueden sacar de presupuesto a cualquiera. Hay en el mercado una amplia gama de telas más económicas que reemplazan a las originales.
Así tenemos, los rasos, la pana, la poliseda y la piel de ángel, el tocuyo que puede teñirse a cualquier color deseado, la laneta que reemplaza a los tejidos de lana burda, el brocado, la tela de tapicería que imita muy bien a los terciopelos y hasta la tela para trapeadores. Mención aparte merecen el lamé y la piel de mono y sirena para trajes de personajes nobles.
Las telas prensadas como el pelón en sus diferentes grosores, son importantes para reforzar cuello y puños, el can-can y el linón, sirven para hacer fustanes y polleras. Las blondas imitan muy bien a los encajes antiguos, y las lentejuelas, cintas y grecas doradas aportan material para adornos elegantes y suntuosos.
Sin embargo es necesario utilizar con propiedad las telas sustitutas, ya que no hay nada más desagradable por ejemplo que un uniforme militar confeccionado en raso brillante y no en una tela que imite al paño.
Así mismo, los accesorios de costura no tienen porque ser los originales. Hay adornos para zapatos y carteras que imitan muy bien a broches antiguos, hay toda una gama de botones dorados y botones de plástico de color que pueden reemplazar a la pedrería mas fina. Las cadenas comunes y corrientes que se compran en una ferretería -incluidas las cadenas para perro tipo lomo de corvina- con una mano de pintura dorada puede parecer una hermosa y genuina cadena de oro a dos metros de distancia. Para simular botas y botines, se realizaran polainas con marroquín delgado o lino plastificado.
Como se puede apreciar, lo importante es la imaginación para lograr excelentes resultados.
Pruebas iniciales y ajustes:
Una vez realizada la prenda con costuras provisionales, es necesario hacer una prueba a fin de ajustarla al portador. Quizá hayamos utilizado una tela barata, pero el acabado debe ser de primera, y aclaramos, los acabados teatrales no son iguales que los de ropa para uso diario. En el vestuario teatral podremos usar maquina de coser con puntadas largas y un hilo grueso sin que se note, pero teniendo cuidado en que la pieza quede resistente. Una vez puesta, es necesario que el actor efectúe los movimientos que hará durante la presentación a fin de verificar la facilidad que le permita el traje y hacer las correcciones necesarias.
Ensayos de uso:
Estando terminado el traje, los actores deberán realizar ensayos con el mismo a fin de familiarizarse con su uso, sobre todo en las obras llamadas “de época” en las cuales portar una capa, colocarse una toga, ceñirse una espada, caminar, sentarse y pararse, debe hacerse con naturalidad y comodidad.
Ensayo general y presentaciones:
Para este momento, ya tenemos terminados los trajes, se han hecho los ajustes necesarios y las costuras son las definitivas. Los actores los han usado para practicar sus movimientos y es hora del ensayo general en que se probaran bajo las luces del escenario. Si todo ha sido planeado y ejecutado escrupulosamente, el resultado de este ensayo general será un éxito, y el diseñador de vestuario verá recompensado sus esfuerzos.
Almacenamiento posterior o reciclaje:
Si después del estreno, los trajes seguirán usándose, es necesario que se guarden de la mejor manera posible. Cada uno deberá estar debidamente rotulado y colgando de su gancho para ser ubicado y usado con facilidad. Si, el uso que se le dará es sólo por uno o dos días, estos trajes se podrán reciclar a fin de utilizar sus partes en la creación de otros nuevos.
Incluimos el molde de la túnica, que nos servirá de base para varios estilos de vestuario:
Etiquetas:
Escenotecnia
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