HABLEMOS DE TEATRO

Este es un interesante artículo del actor, escritor y docente de teatro guatemalteco Elder Exvedi Morales Mérida que en forma simple y didáctica -como si fuera un glosario- nos muestra conceptos teatrales fundamentales.


: “La vida es un escenario y todos somos actores”.
Shakespeare



ACTUACIÓN
Es la acción y efecto de actuar. Es también la manera de comportarse una persona o cosa. Es la interpretación de una compañía teatral, cantante o grupo.

ACTUACIÓN TEATRAL
“El teatro, como todas las artes, tiende a reproducir la vida y la naturaleza, filtradas a través  del arte: Es decir, tiene por objeto dar vida en la escena y para el público, a aquellos episodios selectos que, tomados de la vida por el dramaturgo, presentan problemas importantes de la vida misma.

LA PARTE ANALÍTICA
Para el conocimiento y la identificación progresiva con el personaje, el actor debe aprender a aplicar el “Sí Mágico” a:
  • Circunstancia dadas (por el autor)

  • Las premisas de dirección (por el director)

  • La concepción personal del rol (por el actor)

Este análisis da como resultado: una concepción general de la vida del personaje y su medio ambiente.

LA PARTE EXPRESIVA
El actor trabaja psicotécnicamente y con su  instrumento vocal para poder construir el personaje, mediante:

  • La imagen creadora

  • La concentración controlada

  • Fe y sentido de la verdad.

La suma de estos elementos crea y desarrolla la memoria emotiva.
Por medio de esto se logran: entonaciones, pausas y silencios correctos de los personajes.
Esto se obtiene a través de: lecturas interpretativas y pulidas en la mesa.

LA PARTE ESCÉNICA
El actor suma a su trabajo anterior sobre la psicotécnica y la dicción, los siguientes factores para poder encarnar correctamente su personaje:

  • El entrenamiento físico adecuado.

  • La expresión corporal del personaje.

  • El conjunto de elementos teatrales.

 Esto da como resultado: La encarnación correcta de todos los personajes de la pieza.
Y se obtiene a través de: Improvisaciones, ensayos en áreas reducidas y en el escenario completo.

CONCEPTOS DE LA TERMINOLOGÍA STANISLAVSKIANA

“SI MÁGICO”

Es el punto de partida del análisis. Los actores transmiten  con toda veracidad los sucesos acaecidos en la obra, en virtud de una suposición que para ellos de convierte en una realidad innegable.
Stanislavski decía que el actor debía creer en la posibilidades del “SI MÁGICO, COMO LA NIÑA CREE EN LA VIDA DE SU MUÑECA Y EN LA EXISTENCIA DE TODO LOS QUE LE RODEA”.
Desde el momento de la aparición de ese “si mágico” el actor pasa del plano de la realidad que lo rodea, al de la otra vida creada e imaginada por él mismo. Creyendo en esta vida el actor puede empezar a crear…El “si mágico” actúa como palanca  para elevarnos del mundo real a la región de la imaginación. Despierta una actividad interior y verdadera y lo  hace con medios naturales”.

TEATRO: (del lat. theatrum, y éste del gr. zeatron, de  zeaomai, mirar)

  • Edificio o lugar  donde se presentan obras dramáticas y otros tipos de espectáculos.

  • Conjunto de espectadores que asisten a dichas obras y espectáculos.

  • Género literario cuyas obras están pensadas para ser representadas ante un público.

  • Conjunto de obras de este género  escritas por un determinado autor o en una determina época, estilo, etc.



EL TEATRO COMO FENÓMENO DE LA COMUNICACIÓN:

Hacer teatro es comunicar: una idea, una situación, un problema, un caos, un conflicto.

TEATRO COMO CREACIÓN ESCÉNICA:

Todo texto dramático para ser llevado a escena está supeditado a dos factores eminentemente inseparables: Tiempo y espacio.

Tiempo: Es el lapso en el que transcurre la acción dramática.

Espacio: Es el lugar donde se desarrolla la historia. 



ELEMENTOS EN EL PROCESO DE PRODUCCIÓN ARTÍSTICA:

El creador: es quien crea, quien concibe la obra. El autor pasa a ser dramaturgo, y si la obra no es representada se queda únicamente en texto dramático. De manera que si es llevada a escena, se convierte en hecho dramático.
El intérprete: recrea, ya sea una partitura musical o un parlamento de teatro y, al dar vida a la obra, puede convertirse también en creador. Es el eslabón ente el creador y el espectador.
El espectador: es el consumidor de la obra artística.


EL ACTOR:
Presta su cuerpo. Encarna al o a los personajes que el director le asigna.
“El actor sabe lo que el personaje ignora”, Stanislavski.
Debe prepararse en forma integral: física, emocional e intelectualmente. Su instrumento es su cuerpo. 

DE LA EXPRESIÓN CORPORAL

“Para una mejor definición, deslindamos un poco arbitrariamente cada uno de los aspectos que la componen:

GESTOS: Son la expresión  inconsciente de la personalidad individual de cada personaje. En la dramaturgia no hay dos “avaros” ni dos “donjuanes” iguales; cada uno de ellos tiene su individualidad distinta, su forma peculiar de expresarse.

ACCIONES: Son la suma de varios gestos implicados a un propósito concreto. Stanislavski pide, es más, exige, que en nuestro arte, “amar el arte en  sí mismo y no a sí mismo en el arte”, debe vivirse la parte en todos los momentos en que se actúa, en todo tiempo y cada vez. Hasta permanecer sentado debe tener su propósito, no simplemente el de estar a la vista del público. Por ello es que debemos hacer algo con su objetivo específico, que nos ayude a enriquecer la vida del personaje que estamos interpretando. En escena se debe estar siempre haciendo algo, ejecutando algo. Acción, movimiento, son las bases que sigue el actor.

ACTITUD CORPORAL: Expresión de un conflicto muy denso mediante la inmovilidad del actor. No se trata en este caso de la pasividad –que está desprovista de contenido y fuerza emotiva- que es inadmisible en el juego del actor”, (Ana María Iriarte, primera actriz, maestra y directora de la Academia de Arte Dramático “Rubén Morales Monroy” de la Universidad Popular de Guatemala, citando a Stanislavski).



LOS TRECE SIGNOS TEATRALES

Para armar todo un maderamen  necesario para la puesta en escena de un texto dramático, es necesario conocer los 13 signos teatrales,  y aquí entramos en territorio de la semiología aplicada, estos son, los inherentes al actor, y los eternos al actor:


LA PALABRA
Está presente en la mayoría de las manifestaciones teatrales (salvo la pantomima y el ballet). Adquieren especial significado según el tono y la velocidad con que se digan. Se trata de las palabras pronunciadas por los actores en el transcurso de la representación. Puede situarse en diferentes planos lingüísticos y semiológicos.  El análisis semiológico de la palabra puede situarse en diferentes planos:

EL PLANO SEMÁNTICO:
Lo que la palabra quiere decir en si, sin ser pronunciada. Lo que significa en su contenido. Su concepto y su definición con relación al signo lingüístico sería lo que llamamos “significado”.



EL PLANO FONOLÓGICO PROSÓDICO:
Se refiere a la palabra pronunciada, a su origen físico.  Correspondería al significante del signo lingüístico, es decir, al material sonoro. En todo enunciado no solo es importante lo que se dice, sino “como se dice”. Las palabras en la obra teatral no significan únicamente lo que dice el texto sino lo que se interpreta de ellas al ser pronunciadas por el actor.

EL PLANO SINTÁCTICO:
La síntesis analiza las relaciones de los signos entre sí. Se refiere al lugar que una palabra ocupa en la frase. De acuerdo con ese lugar, la palabra menos o más, según la intención de quien haya escrito el texto.

EL TONO
La palabra no solo es signo lingüístico. La forma en que se pronuncia le otorga un valor semiológico. El tono estaría dentro de la función expresiva del lenguaje. La dicción del   actor puede hacer que una palabra aparentemente neutra e indiferente produzca los efectos más variados e inesperados. Por el acento podemos distinguir el rasgo social y la localidad geográfica de un personaje: un campesino, aristocrático, provinciano, extranjero, etc.
Comprende elementos  tales como la entonación, el ritmo, la velocidad y la intensidad.
Dentro de este sistema de signos debemos mencionar lo que se llama “acento”, ya que por éste podemos distinguir el rasgo social y la localidad geográfica de un personaje. Esto nos permitirá identificar por ejemplo un “acento” campesino, aristocrático, provinciano, extranjero, etc.

LA MÍMICA DEL ROSTRO
Es el sistema de signos kinésicos más relacionados con la expresión verbal. Los signos musculares del rostro tienen un valor expresivo tan grande que a veces reemplaza – y con éxito- a la palabra. También hay toda clase de signos mímicos ligados a la formas de comunicación no lingüística, a las emociones como la sorpresa, la cólera, el miedo o el placer; a las sensaciones agradables o desagradables y a las sensaciones musculares, como un gran esfuerzo, por ejemplo. Se refiere a la expresión corporal del actor. Los signos musculares del rostro tienen un valor expresivo tan grandes que a veces reemplazan y con éxito la palabra.

EL GESTO
Después de la palabra, el gesto constituye el medio más rico y flexible de expresar los pensamientos, es decir el sistema de signos más desarrollados.  Después de la palabra (y su forma escrita), el gesto constituye el medio más rico y flexible de expresar los pensamientos, es decir, el sistema de signos más desarrollados. En teatro se considera como gesto cualquier movimiento de las manos, las piernas, la cabeza y del cuerpo.

MOVIMIENTO ESCÉNICO DEL ACTOR
Comprende los desplazamientos del actor y sus posiciones dentro del espacio escénico. Se trata sobre todo de los sucesivos lugares ocupados con relación  a los demás actores, los accesorios, los elementos del decorado o los espectadores. Diferentes formas de desplazarse.

EL MAQUILLAJE
Tienen por objetivo hacer resaltar al valor del rostro del actor que aparece en escena en ciertas condiciones de luz.  Puede crear signos relativos a la raza, la edad, el estado de salud o el temperamento. Nos servirá para afirmar los rasgos o transformarlos.

EL PEINADO
A menudo se clasifica dentro del cuadro del maquillaje. Como fenómeno artístico pertenece al dominio del diseñador del vestuario, un papel en cierto caos decisivo. Puede ser signo de que el personaje pertenece a determinada área geográfica o cultural, a una época, a una clase social o a una generación que se opone a los hábitos de sus padres.

EL TRAJE

Constituye el medio  más externo, más convencional de definir al individuo humano.  Señala el sexo, la edad, la clase social, la nacionalidad, la religión y determina a veces,  la personalidad histórica o contemporánea. Puede señalar toda clase de matices, como situación material del personaje, sus gustos, incluso, ciertos rasgos de su carácter. El poder semiológico del traje no se reduce a definir a quien lo lleva. También    es signo del clima, de la época histórica, de la estación o del estado del tiempo, del lugar o de la hora del día.

EL ACCESORIO
Constituyen, por mucha razones, un sistema autónomo de signos. Dentro de esa clasificación se los sitúa mejor entre el traje y el decorado, porque muchos casos fronterizos se aproximan a uno y otro. Todo el elemento del vestuario puede convertirse en accesorio cuando desempeña un papel particular, independiente de las funciones semiológicas del vestuario. Una multitud de objetos existentes en la naturaleza y en la vida social pueden transformarse en accesorios. Puede significar el lugar, el momento, una circunstancia cualquiera relacionada con los personajes que se sirven de ella.

EL DECORADO
También se le llama aparato escénico o escenografía. Su tarea primordial consiste representar el lugar geográfico, social o las dos a la vez.  El decorado o uno de sus elementos pueden asimismo significar tiempo, época histórica, estación, hora.   

LA ILUMINACIÓN
En el teatro es un elemento reciente. (Francia la introduce en el siglo XVII) Puede tener un papel semiológico o autónomo pese a que ha sido explotada para realzar los otros medios de expresión.

LA MÚSICA
Puede servir para evocar la atmósfera, el lugar o la época de la acción. Es uno de los grandes terrenos del arte, exigiría estudios especializados para descubrir sus aspectos semánticos o semiológicos. 

 EL SONIDO
El terreno semiológico del sonido   es tan vasto y quizá más que los ruidos de la vida. Los ruidos producidos en el teatro pueden significar la hora, el estado del tiempo, el lugar, el desplazamiento, una atmósfera de solemnidad o de inquietud. Los ruidos se convierten pues, en signos de los fenómenos y las circunstancias más diversas. Por  lo general, sirve para crear ambientes sonoros, tender un puente entre una escena y otra o apoyar emotivamente algún momento de la obra.

 LOS GÉNEROS  TEATRALES
Una división convencional  de los géneros teatrales sería: Géneros mayores, menores y musicales.

GÉNEROS MAYORES:
La tragedia, la comedia y la tragicomedia, también conocida como melodrama.

GÉNEROS MENORES:
El auto sacramental, el paso, la loa, el entremés, el sainete, la farsa y el sketch.

GÉNEROS MUSICALES:
La ópera, la opereta, la zarzuela y la revista.



EL TEATRO GRIEGO O CLÁSICO QUEDA DEFINIDO EN LA TRAGEDIA Y LA COMEDIA

LA TRAGICOMEDIA:
Es una obra dramática que con un tema serio que, sin embargo, reune lo trágico y lo cómico. Al final, el héroe gana la batalla. Se maneja la suerte como el elemento importante, hay incidencia de sucesos sensacionalistas; es fácil que el público se identifique con los personajes. La mayoría de los teleteatros o telenovelas se podría catalogar dentro de este género, aunque no sean sus mejores exponentes.

EL AUTO SACRAMENTAL:
En la edad media el teatro  se representó primeramente en los templos, donde sacerdotes y monjes fungen como actores, en obras conocidas como sacras representaciones. Más tarde, para desligar el teatro de las funciones litúrgicas de clérigos y sacerdotes, aquel pasó a formar parte de actividades populares fuera del templo, en los atrios de las iglesias. En esta época el teatro es eminentemente ritual. Incluso la misa aparece desde su origen  como un drama.

EL PASO:
Es una pieza dramática muy breve, cómica, simple, a veces extravagante y con un lenguaje realista, utilizada durante el siglo XVI en España. Tiene como característica principal el llevar un consejo moralizante.

LOA:
Es una pieza dramática  breve y laudatoria que se representaba antes de la obra principal, durante la época del barroco español e hispano americano. El dramaturgo español Lope de Vega escribió muchas loas.

ENTREMÉS:
Es una pieza dramática jocosa, de carácter popular y realista, generalmente corta, pues se interpretaba en los intermedios o al final  de una representación. Su antecedente son los pasos.

SAINETE:
Es una pieza corta, festiva, que se deriva del entremés. Como   éste, se representaba en los intermedios o al final de una representación.

FARSA:
Obra que por lo  común se desarrolla en un acto y se caracteriza por exagerar los rasgos hasta  el extremo de lo grotesco. Uno de sus objetos principales es la risa desenfrenada y el escape. No trata temas  serios y se aleja de la realidad. Las situaciones suelen ser más importantes que los personajes.

SKETCH:
Es un diálogo cómico y breve que suele incluirse entre un acto y otro; por eso, también se conoce como entreacto.

OPERA:
Del latín opera que significa obra, es una obra dramática que cuyo texto se canta íntegramente con acompañamiento de orquesta. A veces intervienen ballets. Es el género mayor del teatro musical. 

ZARZUELA:
Es una representación típica de España. Al igual que la opereta, incluye canto, declamación y,  a menudo, bailes.

REVISTA:
Es un espectáculo teatral consistente en una seria de cuadros enlazados entre sí por un esquema de argumento muy simple. En la revista se mezclan canto, baile, música y sketchs.



ÁREAS DEL ESCENARIO, POSICIONES DEL ACTOR:

Relaciones del actor

El actor guarda en escena cuatro relaciones fundamentales.

  • La relación del actor con las partes del escenario

  • La relación del actor con respecto al público que lo observa y al cual proyecta su actuación

  • La relación del actor  con los actores y demás personajes

  • La relación del actor  consigo mismo y con el papel que representa mediante el cuerpo, la voz y el pensamiento

CÓMO ENFRENTARSE AL MIEDO ESCÉNICO

Matt Otto es actualmente el Profesor Adjunto de Estudios de Jazz de la Universidad de Kansas (KU) la enseñanza de la teoría de jazz y rendimiento, Jazz Combo 1 y clases particulares. Matt es también profesor adjunto en la Rutgers New Brunswick enseñanza de cursos en línea en la improvisación del jazz, la teoría y el rendimiento.
Como todo artista ha sufrido la exhibición ante un público y el miedo que esta situación ocasiona y de su experiencia nos presenta algunas pautas para superarlo ya no desde el punto de vista de un orador, sino desde el de un músico, pautas que tambien se aplican al teatro.


¿Miedo escénico? Así lo superé y aprendí a hacer presentaciones
Matt Otto.

Lo que vas a leer a partir de ahora no es una colección de consejos que combinan psicología, ansiolíticos o trucos en el escenario, sino mi propia experiencia, y cómo logré salir al escenario sin tener que mirar atrás. No pienses en auditorios atestados ni un numeroso público: en mi caso y por cuestiones laborales, me tenía que enfrentar a audiencias de entre 20 y 30 personas, y créeme, no necesitas mucho más para que tu cerebro active el bloqueo. Por otro lado, en mi caso tuve la suerte de encontrar recursos o la fuerza suficiente para poder superar el bloqueo en pleno escenario y continuar con la presentación, pero date por seguro que sentí a la perfección el pánico que han vivido estas figuras públicas.


Los métodos tradicionales fallaron

No sabría decir cuál es el desencadenante en concreto que activa el bloqueo, pero comencé a adivinar cuándo comenzaba en mi cabeza. Y me costó bastante tiempo. Lo puedo resumir todo en una sola palabra: expectativas, y no, no necesariamente las del público, sino principalmente las que uno se marca cuando sube al estrado. El miedo al fracaso es algo inherente en el ser humano, lo que sucede es que en algunas personas es más evidente y puede generar el bloqueo. Lo cierto es que por fortuna nunca llegué a "autosabotearme" ninguna exposición como consecuencia del miedo, pero cada una de ellas las vivía como una auténtica agonía. Pastillas, libros e incluso meditación... lo probé absolutamente todo, y sin embargo, ese duendecillo aparecía siempre minutos antes de la presentación. Un vistazo rápido a la sala atestada, un cruce de miradas con alguno de los asistentes, y ya. Se desencadenaba la pesadilla.

Pero un día logré vencer. ¿Cómo? admitiendo mi derrota. Un buen día decidí terminar con la agonía previa a la presentación viviendo intensamente en casa el miedo al fracaso en el peor de los escenarios. Superada esta angustia descubrí que todo seguía en su sitio y me presenté en la charla con la firme determinación de aceptar que algo podía ir mal. Me entregué al destino con todas sus consecuencias ¿y adivinas qué sucedió? No sólo no sentí el latigazo del pánico ni el bloqueo, sino que comencé a disfrutar de las presentaciones. Si llegado a este punto has entendido que llegué a superar el miedo estás en un error: acepté el miedo como una parte muy importante de mí. Un buen amigo y mentor, curtido en presentaciones, me explicó en una ocasión que él seguía pasando una mala noche la víspera de una exposición en público, y eso le servía para precisamente no perder la tensión. Y estamos hablando de un profesional que impartía hasta cuatro seminarios a la semana...


Mis técnicas home-made:

Pero en realidad, el objetivo detrás de este artículo es brindar ayudar a la gente que se encuentre en la misma situación, y sí, uno también cuenta con sus truquillos que despliega en la medida que sean necesarios. Vamos con ellos:

  • La confesión pública: Sí, hay días malos en esto también. O tal vez auditorios atestados que impresionan demasiado. En ambos casos, pretender pasar por un curtido orador que domina al público cuando en realidad te tiemblan las piernas, es carne de fracaso seguro. ¿Qué hacer en este caso? Admitir abiertamente el miedo. El ser humano no perdona la soberbia, pero sí la humildad y honestidad: si uno tiene miedo escénico y lo confiesa abiertamente ante el público, éste se relajará y es fácil que se divisen sonrisas entre los asistentes que sin duda romperán el hielo.

  • El primer minuto: Lo tengo comprobado. Esto de las presentaciones en público es como subir un puerto de montaña en bici, pero uno muy cortito. En concreto de poco más o menos un minuto de subida. En mi caso, superar ese primer minuto hablando con nervios es como llegar a la cima y a partir de ese punto comienza un cómodo descenso. En ese primer minuto habrás podido observar varias caras y tu voz se habrá afianzado. Paciencia y constancia.

  • Sentirse cómodo: Dirás que se trata de una clase de brindis al sol... Todo el mundo quisiera sentirse cómodo en el escenario, pero ¿cómo conseguirlo? Uno se siente seguro cuando no tiene miedo a las consecuencias. Si los días previos te has 'vaciado' aceptando esta debilidad y has comenzado hablando admitiendo que te tiemblan las piernas, habrás demostrado a la mayoría que tienes más valor que los que disimulan, y ahí encontrarás la fuerza para estar a gusto y hablar con templanza.

  • Habla despacio y con contundencia: No hay que volverse loco. Si estás ahí arriba es por algo, por muy malo y flojo que tu cabeza te diga que eres: habla alto, explica y disfruta, porque realmente eres posiblemente la persona que más sepa de lo que expones en la sala.

  • ¿Y si falla algo?: la ley de Murphy es ley por algún motivo, y eso lo sabemos bien quienes hemos tenido que hablar en público. Lo que hay que intentar es minimizar las posibilidades de que algo falle y para ello, siempre tengo la costumbre de ir a la sala un día antes y comprobar cables, wifi y lo que sea necesario. Pero si con todo eso además el proyector muere en plena presentación o el portátil se queda en blanco, lo mejor es seguir adelante con lo que recuerdes. Hay que recordar que el que sabe ahí eres tú y tú manejas los tiempos.

Al final y paradójicamente, he descubierto que la manera de hacer desaparecer lo que antes consideraba como un problema consiste en aceptar que ese miedo forma parte de uno y actuar con naturalidad en base a este hecho. Y no, no he conseguido librarme de la tensión previa a las presentaciones ni de las dudas sobre si lo haré bien o no, pero al menos he comenzado a disfrutar cada vez que me enfrento a una audiencia, y supongo que eso se deja notar en la calidad de la presentación.