UNA PRECISIÓN EN EL UMBRAL
La información que reinicio sobre
datos históricos del proceso del teatro en el Perú ha sido sometida a una
rigurosa valoración de sus fuentes. Pero, como quiera que no soy un
especialista, agradeceré todas las precisiones y críticas que se hagan al
texto; aunque no se trata de una relación exhaustiva sino más bien de una
síntesis. El material por revisar es muy rico y excede a los medios y
facilidades de un aficionado memorioso, como yo. Pero estoy seguro que estas
guías podrán inspirar a alguno de los jóvenes investigadores, de formación
académica especializada, que están comenzando a trabajar en profundidad sobre
el proceso histórico del teatro en el Perú.
1: Periodo Prehispánico
Orígenes
La primera manifestación de
teatro en la cultura humana fue la danza mágica que los hombres del paleolítico
superior ejecutaban antes de salir de caza; con la creencia de que así
propiciaban la captura de los animales necesarios para su sustento. Los
antiguos pobladores del Perú no fueron ajenos a esta práctica como lo
demuestran las pinturas rupestres de Toquepala y Lauricocha; por lo que podemos
estar seguros de que el teatro en el Perú se comenzó a practicar hace 10000
años.
Teatro de las culturas
preincaicas
También sabemos que estas
actividades de carácter mágico evolucionaron conforme aparecieron los mitos y
se convirtieron en ceremoniales propiciatorios del bienestar de los pueblos. En
Chavín de Huántar suponen los arqueólogos que se realizaban este tipo de
ceremonias, por lo que es propio deducir que el teatro peruano siguió la misma
senda que sus manifestaciones similares en el mundo.
Todo ceremonial, laico o
religioso, tiene una liturgia, un orden dado de realización o ritual. La
antropomorfización de los dioses y los mitos propició su personificación en las
danzas rituales. que. se dieron como parte del ritual de la liturgia. Las
máscaras y las representaciones en la orfebrería y la cerámica prehispánicas
así lo corroboran. Los dibujos de la cultura Mochica permiten apreciar
ceremoniales de gran teatralidad.
Los Huacones, de Mito (sacerdotes
del dios Kon) y la Diablada ,
como otras danzas folclóricas, que son muy teatrales, constituyen ceremoniales
de relación con las fuerzas de la naturaleza que se arraigan a épocas
ancestrales.
Posiblemente este teatro nunca se
hizo en locales cerrados, fue más bien un teatro de plazas y de otros espacios
abiertos. Igualmente parece que fue el coro y la danza los que diseñaron sus
características. Mal se podría rastrear entonces un teatro peruano similar al
que occidente hacía cuando llegaron los españoles. Considerar esta diferencia
evitará confusiones o falsas apreciaciones de las escasas huellas que ha dejado
el teatro prehispánico.
En el templo de Chavín de Huántar
y en Chan Chan se pueden apreciar grandes espacios que podrían haberse empleado
para representaciones teatrales como parte del ritual de la liturgia.
Directores peruanos modernos como Ricardo Roca Rey hicieron representaciones
empleando algunos espacios abiertos de las ruinas preincaicas. Y tuve
conocimiento, aunque no he tenido acceso al documento, que don Ricardo, que era
arquitecto, venía elaborando un estudio catastral de espacios prehispánicos
aparentes para la representación teatral.
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