TEATRO VIRREINAL EN ESPAÑOL
Ernesto Ráez Mendiola
Se puede distinguir una temática
religiosa y otra profana. Aunque es notoria la influencia del teatro del siglo
de oro, aparecen variantes relacionadas con los usos y costumbres locales. A
partir del siglo XVII las comedias incluyen cantos, pasajes musicales y hay un
mayor aparato escénico.
Dramaturgos:
Siglos XVI y XVII
Fray Diego de Ocaña: (Ocaña
1570-México 1608) Comedia de la
Virgen de Guadalupe y sus milagros.
Valentín Antonio de Céspedes
(Paita 1597): Las glorias del mejor siglo
.
Juan de Espinoza Medrano
(Calcauso-Cusco 1632- 1688) :El amar su propia muerte.
Juan del Valle y Caviedes:
(1645-1697) Bayles y Entremeses. Autor de El diente del Parnaso. Murio loco.
Lorenzo de las Llamosas
(Camaná1665-Madrid1705): También se vengan los dioses (1689), Amor, industria y
poder (1692) y Destinos vencen finezas (1698)
Siglo XVIII
Pedro Peralta y Barnuevo
(1664-1743): Triunfos de amor y poder, Afectos vencen finezas. Su teatro superó
a sus contemporáneos de América y España. Obra dramática inspirada en episodios
históricos del mundo antiguo, imitando a los neoclásicos franceses como
Corneille, del cual tradujo Rodoguna.
Produce un tipo de comedias,
entremeses y bailes de reconocido mérito. Los ágiles entremeses y fines de
fiesta de comedias que escribe, donde desfilan personajes prototípicos de la
época, anteceden al costumbrismo.
Fray Francisco del Castillo
(1714-1770): Todo el ingenio lo allana, Entremés del viejo niño, Mitrídates,
rey del Ponto. Llamado ´El ciego de la Merced ´. Es otro autor que expresa con
originalidad las costumbres locales en el Entremés del Justicia y Litigantes,
breve pieza que describe con humor las querellas de demandantes y demandados y
los afanes de un juez por rectificar un fallo injusto.
En el estilo de este autor, como
en el de las obras cortas de Peralta, se vislumbra ya una de las líneas
principales de la dramaturgia peruana, la crítica y sátira de las costumbres.
Jerónimo de Monforte y Vera (fl.
1725): El amor duende.
Sor Josefa de Azaña y Llano
(1696-1748): Coloquio de la natividad del señor
Anónimos: Entremés de la vieja y
el viejo (1790), Entremés del huamanguino, el huantino y la negra (1797)
Los Virreyes dramaturgos
Guillermo Ugarte Chamorro, da
noticia de dos obras escritas por virreyes que demuestran el gran interés que
por el teatro había.. Una, del Marqués de Castell dos Rius, (1707– 1710), con
ocasión de celebrarse el nacimiento del príncipe de Asturias , futuro Luis I de
España, titulada El Mejor Escudo de Perseo, llamada por su autor ´comedia
armónica´, por llevar intercalados algunos números musicales. Fue estrenada el
17 de setiembre de 1708. Y otra, de Manuel Amat y Juniet (12.10.1761-1776),
escrita especialmente para Micaela Villegas.
A pesar de sus méritois, los
manuscritos de estas obras no han podido ser ubicados.
Guillermo Lohmann Villena es
autor del estudio más importante sobre este rubro. En su obra proporciona
invalorables datos sobre la dinámica de la vida teatral virreinal.
Divide el proceso histórico del
teatro en Lima durante el virreinato en tres periodos:
La alborada (1553-1601)
El mediodía (1601-1652)
El crepúsculo (1652-1699)
La alborada
El teatro era la diversión
preferida y, en un principio, hubieron dos tipos de representaciones:
Las incómodas, que tenían por
escenario la Plaza Mayor ,
y
Las particulares, en las casas
privadas, en los jardines de las afueras o en los cercanos cortijos.
Don Nicolás de Mendoza Vargas y
Carbajal de Ribera “El Corregidor de las Comedias”, gran aficionado, las
ofrecía con frecuencia en Chuquitanta.
Luego, se construyeron dos tipos
de locales:
*Corrales, como en España, y
*Coliseos, que sumaba
características del teatro italiano del siglo XVII.
Francisco de Morales en 1594 se
hace cargo de los espectáculos histriónicos en el primer Corral de Comedias, de
Lima, perteneciente al Convento de Santo Domingo.
Aunque estuvo en Lima desde 1576
inicia su carrera seis años más tarde este “maestro del arte comyco” que
produjo espectáculos teatrales en Lima hasta su muerte el 21 de mayo de 1600.
“Dotado de un vigoroso temperamento de organizador, fue sobre todo, un experto
y competente empresario teatral y el constructor a fines del siglo XVI la
primera Casa de Comedias de Lima, la que animó con su esposa María Rodríguez.
El mediodía
Siglo XVII
Locales Teatrales
El Corral de San Andrés de la Hermandad del Hospital
Real de San Andrés obtuvo del virrey Luis Velasco (24.07.1596-18.01.1604), el
monopolio de las representaciones en Lima. Pero, poca gente asistía a este local
que fue un fracaso:
*Por estar alejado del comercio.
*Por no estar entablada su
administración, y
*Sólo había una compañía que
actuaba en Santo Domingo
María del Castillo (La
empedradora) llena la primera mitad del siglo XVII. Con. Alonso de Ávila, construyen
y administran el Corral de Comedias (1615), posteriormente reemplazado por el
Coliseo de Comedias, y luego del terremoto de 1746 por el Teatro de Lima
(1749). Allí. Rosa Merino entonó por vez primera el Himno Nacional del Perú, el
20 de Setiembre de 1821.
En 1617 se abre el Corral del
Mesón Blanco.
Parte de las ganancias que
producían las representaciones estaban destinados al sostenimiento de los
hospitales de beneficiencia.
Censura, rivalidades y
prohibiciones
El 3 de noviembre de 1614, Gabriel
del Río presentó un entremés compuesto por don Fernando Carrillo de Córdoba,
mayorazgo y regidor de la ciudad, que iba en deshonor y chanza de vecinos, por
lo que el autor fue detenido y reprendido por la autoridad municipal.
A partir de entonces “de ninguna
manera se representó obra alguna sin que se hubiese visto y examinado por la
autoridad, que tendría un “palco municipal”. El primer encargado de la censura
fue el regidor Don Leandro de la Reynaga Salazar
Posteriormente, hubo rivalidad
entre Alonso de Ävila y Antonio de Morales, platero que se impuso como
dramaturgo y productor en Santo Domingo. Su compañía era más numerosa que la de
Ávila, en San Agustín. Y aunque éste le había estrenado su primera obra (1621)
la competencia desató la rivalidad.
La rivalidad se extendió al
público. Como la violencia llegó hasta la muerte del actor Jussepe de Laredo el
virrey Marqués de Guadalcázar, dictaminó que sólo podía haber una compañía, y
correspondió a Gabriel del Río esta licencia. Ávila se asoció con del Río.
Ellos cobraban en la puerta de hombres y sus esposas en las de mujeres. Morales
insistió en obtener autorización, que finalmente le fue concedida. Los actores
de Ávila formaron una “compañía de partes” porque éste no les pagaba, lo que
fue aceptado por el virrey. Los dirigieron: Gabriel del Río y su esposa Ana
Morillo.(1624) Pero en ese añó fallecieron Ávila y del Río, que había sido
socio de Morales. Sus esposas Ana Morillo y María del Castillo continuaron con
las compañías y con la rivalidad de sus consortes.
El 3 de diciembre de 1625 se
formó el grupo “Los Conformes” organizado por el autor Juan de la Vega y dirigido por Ana
Morillo (viuda de del Río, que fue socio de Morales) Esta compañía superó a la
de María del Castillo (viuda de Ávila).
El 17 de abril de 1630 el Virrey
Conde de Chinchón (gran amigo de Lope de Vega) ordenó que se notificase a M.
del Castillo y Juan de Arriza del San Agustín, debido a los desórdenes
comprobados, bajo pena de multa: que no ingresen hombres a los aposentos de las
mujeres y viceversa; que las comedias acabasen a las campanas de la oración.
Los dueños acataron las órdenes del Virrey.
Teatro jesuítico
Rubén Vargas Ugarte da cuenta del
teato que se hacía en los establecimientos educativos de los jesuitas.
Distingue dos tipos de obras::
*Decurias ( llamadas así por
estar divididos los alumnos en grupos de diez): piezas cortas destinadas a
ejercitar a los jóvenes en la declamación y el arte escénico y solo de una
manera indirecta para solaz del auditorio, y
*Las de más vuelo, servían para
dar lustre a los actos públicos o fiestas que se celebraban en los colegios o
con ocasión de la llegada de un nuevo virrey.
Las decurias pueden considerarse
el antecedente del teatro escolar en el Perú. A partir de 1630 el provincial p.
Nicolás Durán Mastrillo adopta una orden que mengua la costumbre de representar
comedias en los colegios de los jesuitas, pero no desaparecieron del todo.
El crepúsculo
El 30 de enero de 1652 murio
octogenaria María del Castillo y se inicia la decadencia. Al día siguiente el
Hospital de San Andrés pasó a regir el Corral y se lo arrendó a su sobrino Juan
de Torres, casado con María de Arrianza. El 12 de noviembre de 1662 se inauguró
el Coliseo Nuevo, a la espalda de San Agustín, dirigido por Juan de Torres.
Problemas de toda índole llevan a
que las representaciones en el Corpus Christi, sean prohibidas por el sexto
Arzobispo de Lima, Pedro Villagómez (1658). Siendo virrey Luis Henríquez de
Guzmán conde de Alba de Liste (24-02-1655/31-12-1661). Las rivalidades en el
infierno grande de la pequeña Lima llegaron hasta las autoridades de más alto
nivel. Ricardo Palma cuenta la animadversión que se desató entre el Arzobispo
Villagómez y el virrey Luis Henríquez de Guzmán. La Real Cédula de 1660
mandaba a los arzobispos y obispos, no permitieran que en los conventos de
religiosos de uno y otro sexo “se hagan comedias, así en las iglesias como
fuera de ellas”, por los abusos a que dio lugar.
Pero, la vida teatral no se
apagó. Doce años después, en 1670, el Conde de Lemos (21.11.1667-06.12.1672)
propicia la presentación de Autos Sacramentales.
El teatro a fines del virreinato:
En el siglo XVIII y las primeras
décadas del XIX, se va perdiendo la preferencia por lo religioso y el teatro se
fue haciendo más cortesano. Se imponen las obras de capa y espada y de auitores
como Lope y Calderón.
El 3 de febrero de 1744 , en
celebración de la llegada de las bulas del arzobispo José de Zevallos, el
licenciado don Félix de Alarcón escribe una loa singular en cuyo prólogo son personajes
los indios Vilela, de Tucumán, donde antes de Zevallos había sido obispo. En la
obra se trata de reproducir la manera de hablar de los indios, lo que puede
considerarse antecedente de un teatro criollo.
Personas: Un soldado. Unos indios
Soldado: Apartad allá, canalla
Salí fuera
Indio 1º: Veracocha
¿tú no sabes, sigon esto,
Con quen hablas?
Indio 2º: No lo enojes,
Porqui loigo lo sabrás,
que midio a midio nos toca
este festa.
Soldado: Vuestra simple
osada porfía, informa
el que venís muy borrachos.
Indio 1º: Si mi lo sobraste ahora
En casa del ripostiro
Para venir de esa forma
Más razón la tienes tú.
Y sigue la escena en su tono
popular. No extraña que ése sea el tono de las obras del mercedario Fray
Francisco del Castillo cuya obra florece a fines del siglo XVIII.
A la entrada de Ambrosio
O´Higgins el 10-08-1796 se ofrecen obras de corte neoclásico.
Micaela Villegas, la Perricholi
Actriz huanuqueña, amante del
virrey Amat. Su aureola de leyenda recibió el homenaje del francés Próspero
Merimée quien en 1829 escribe La
Carroza del Santo Sacramento donde la trata como una mujer
ingeniosa, sensible y nada superficial. En la portada del primer número de la Revista Escena , de
Abril de 1953 aparecían los protagonistas de su estreno en Lima, Elva Alcandré
(Micaela) y Carlos Velásquez (Virrey Amat).
Hija de José Villegas y Teresa
Hurtado de Mendoza. A pesar de su extracción sabía leer y escribir. A los 18
años conquistó al público del Coliseo de Comedias de Lima. No fue extraño que
el Virrey se sintiera por ella atraído y que la adjetivara ambiguamente como la
historia consigna. Tuvieron un hijo reconocido, Manuel Amat y Villegas. En 1778
dejó de actuar pero siguió siendo empresaria.
Situación del actor durante el virreinato:
Rigieron hasta iniciada la
independencia los 41 artículos de las Ordenanzas para el régimen exterior e
interior del Real Coliseo de Comedias de Lima, decretados el 22-12-1786 por el
Virrey Teodoro de Croix. Previenen y sancionan las faltas frecuentes de los
actores en los ensayos y en las representaciones.
El Art. 29 disponía: “A los
cómicos que al tiempo del Ensayo General se vea no saben su papel de modo que
baste para representarlo sin náusea o incomodidad del público, se les
encerrará, después de dos reiteradas faltas, en el Quarto del Cepo que existe
dentro del Coliseo hasta la representación próxima, para que lo estudien…
En “Tauromaquia”, tradición de
Ricardo Palma, se cuenta que por orden del regente de la Real Audiencia ,
doctor Manuel Antonio de Arredondo, fue sancionada la Yuca , piurana de 20 años,
actriz del Coliseo de Lima, no se sabe por qué:
“Póngase presa en el cuarto de
reclusión del teatro de comedias a Luisa Velarde, la cual sólo saldrá para
desempeñar sus papeles en escena, y entréguese la llave de dicho cuarto a los
asentistas para que la confíen únicamente al portero encargado de suministrarla
la comida que la lleven de su casa”.
Una de las primeras medidas
tomadas por el Protector Don José de San Martín atendiendo la sugerencia de Don
Félix Devoti, Censor y Director del teatro de Lima, fue decretar que la
profesión de actor no irrogaba infamia. Sin embargo, en muchos aspectos, la
influencia teatral hispana se mantuvo y sólo comenzó a atenuarse a fines de la
tercera década del siglo XX.
Conclusiones preliminares:
1. La conquista trunca el
desarrollo ulterior del teatro prehispánico que se mantiene en el folclor.
2. El español era muy aficionado
al teatro por lo que fue una de las recreaciones principales durante el periodo
colonial.
3. Su forma y contenido respondió
a los intereses del conquistador: recreación personal, catequización de la
indiada, en el contexto del auge del siglo de oro de las letras hispanas y las
estrategias de evangelización del Concilio de Trento.
4. Pero hubo también un teatro en
quechua de memoria y resistencia del cual son expresión las obras sobre la
muerte de Atahualpa y el Ollantay.
5. El teatro en español versó
sobre temas religiosos y profanos. Pero, hay un grupo de autores en los que ya
aparece el tono satírico y la crítica de las costumbres que van a caracterizar
el teatro durante la república.
6. Se construyeron locales
especialmente para las representaciones: corrales y coliseos.
7. Hubo actividad empresarial
intensa y un público aficionado pero la situación del actor fue humillante.
8. Hubo una rigurosa
reglamentación de los espectáculos y llegó a haber censura a las obras y
control de la moralidad del público asistente.
9. En los locales no se podían
mezclar hombres y mujeres. A cada cual correspondía un ala del teatro y no
ingresaban por la misma puerta.
10. La influencia hispana en el
teatro peruano se va a mantener hasta el primer tercio del siglo XX.
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