DERROTERO PARA UNA HISTORIA DEL TEATRO EN EL PERÚ 3

PERIODO DE LA DOMINACIÓN HISPÁNICA

 Ernesto Ráez Mendiola

La llegada de los españoles trunca cualquier desarrollo ulterior de la línea teatral prehispánica e inscribe el proceso histórico de nuestro teatro en la corriente del drama español. Como es lógico, la vida teatral colonial repite los modelos usuales en la península. Pero no puede evitar la existencia de un teatro de memoria y resistencia escrito en quechua y que en las expresiones dramáticas en castellano se aborden temas que reflejan las particularidades locales.

La primera representación documentada

Los conquistadores trajeron formas teatrales en las que primaba el diálogo entre personajes. Estas expresiones, que alcanzarían un alto nivel en el Siglo de oro de la literatura hispana, se encontraban en el periodo prelopesco; y ésas fueron las primeras manifestaciones teatrales que se dieron en el Perú colonial. Pero las formas anteriores a la llegada del invasor hispano se mantuvieron en las fiestas populares y en el folclor, adquiriendo, dentro de las nuevas circunstancias, un carácter reivindicatorio ligado al taqui onkoy y a los mitos mesiánicos como inkarri y el vuelo de los cóndores.

Habida cuenta lo mucho que gustaban del teatro los españoles, y por tratarse de soldados, las primeras representaciones posiblemente fueron meros diálogos sostenidos entre truhanes (como los que se cuenta regocijaban al Marqués Don Francisco Pizarro). Pero, las celebraciones por la llegada de algún personaje importante o una fiesta religiosa dieron pie a otra clase de representaciones teatrales, a las cuales respondieron con el mismo interés; por lo que.muy pronto el teatro experimentó rápidos progresos hasta alcanzar similar importancia al logrado en la península.

Precisamente la recepción por un “cantor escénico”, del triunfante Gonzalo Pizarro en Lima en 1546 se acepta como el comienzo del teatro en la colonia. También durante su estada en Cuzco Gonzalo Pizarro asistió a la representación de un misterio en el atrio de la catedral.

Orientaciones

Durante el virreinato se puede identificar un teatro en quechua, de intención catequizante, un teatro en español pero nutrido de elementos locales; fenómeno equivalente a lo que sucedía en la pintura colonial en la que aparecen platos de cuy en la mesa de La Última Cena.


Hubo además un teatro andino de memoria y resistencia al conquistador, como lo demuestra el texto de la sentencia de José Antonio Areche a Tupac Amaru II, luego del levantamiento del 04 de noviembre de1780, en el que se prohibe estas representaciones:

“…que no se representen en ningún pueblo de sus respectivas provincias comedias, u otras funciones públicas, de las que suelen usar los indios para memoria de sus dichos antiguos Incas…”

Contexto

Apaciguadas las luchas iniciales entre conquistadores, se fue imponiendo el clima espiritual religioso de la Contrarreforma, propugnado por el Concilio de Trento, lo que va a privilegiar el desarrollo de las fiestas del Corpus Christi.

El teatro colonial fue centralista y capitalino; característica de nuestro teatro que recién se ha superado en la última parte del Siglo XX ; aunque se pueden encontrar expresiones descentralizadas antes de este tiempo. La autoridades, incluidos los virreyes y los religiosos, propiciaban y apoyaban la vida teatral limeña. .Como una expresión de religiosidad, la vida teatral se concentraba en las Fiestas del Corpus Christi, en cuya ocasión se representaban autos sacramentales. El Corpus Christi. de Lima fue comparable al de Toledo, Granada, Placencia y aun el de Sevilla que fue donde mayor suntuosidad y belleza alcanzó.

Guillermo Lohmann Villena señala como la fecha inicial documentada de las representaciones en homenaje al Sacramento de la Eucaristía, la venida de D. Diego López de Zúñiga, conde de Nieva (que gobernó del 17 de abril de 1561 al 20 de febrero de 1564). Aunque pudo haberse dado antes. Pero, no por esto el teatro virreinal fue de celebración. Se construyeron locales teatrales a los que el público asistía y hubo empresarios que costeaban las producciones y formaban compañías con destacados actores.

Los corrales y coliseos que se construyeron especialmente para la actividad teatral y que estuvieron administradas por empresarios u órdenes religiosas demuestran que había una demanda regular de espectáculos teatrales. Estos espectáculos los ofrecían compañías organizadas por empresarios. Sin embargo la profesión de actor estuvo sujeta a reglamentos humillantes y tuvo que esperarse a la emancipación para que San Martín decretase que el ejercicio de la profesión de actor o actriz no irrogaba infamia.

En este contexto la existencia de una obra como Ollantay se puede explicar como una creación en la que un español o mestizo, conocedor de las costumbres incaicas, del runa simi y de leyendas antiguas, compone una obra, al estilo de las que en España se hacían, pero mantiene cantos, maneras de hablar, comportamientos propios de la cultura incaica. Aunque los incas no tuvieron escritura, la tradición oral conservó la leyenda de la rebelión de los antis en la época de Pachacútec, que sirve de base al argumento; pero la elaboración es colonial. Hay en ella la afirmación del derecho a protestar y rebelarse contra las injusticias y se incide sobre la igualdad de las clases. Posiciones imposibles de concebir durante el imperio incaico.

Sería más propio ubicar Ollantay como una obra de memoria y resistencia en la que el Inca está simbolizando al rey de España y la magnanimidad del final expresaría el deseo de cambio. En suma, la obra tiene un tratamiento intercultural con rasgos hispano-andinos.

Por otra parte, el hallazgo por Jesús Lara del Wanka del fin de Atau Wallpa nos ha descubierto una obra diferente, más ligada a formas anteriores no hispanas y en las que vibra la protesta y la censura a la imagen del conquistador. Acá lo mismo que en Ollantay, al final el rey de España se muestra justiciero. Por cierto que obras como éstas, se dieron en otros circuitos no correspondientes a las festividades limeñas. De allí el matiz clandestino que se desprende del tenor del decreto de Areche condenando la rebelión de Tupac Amaru II.

a- Teatro Quechua Colonial de memoria y resistencia

Ollantay:

Es una lograda expresión de la literatura quechua con raíces precolombinas y elaboración colonial.

Sucede en la época del inca Pachacútec y desarrolla los amores frustrados del general Ollanta por Cusi Coyllur, hija predilecta del inca. Los amantes se han unido en secreto y llegan a tener una niña Ima Súmac. Ante la negativa del inca de acceder a la unión con su amada, Ollanta se retira rebelde a Tambo en el Antisuyo donde después de diez años de resistencia es vencido por una estratagema de Rumi Ñahui…

Pachacútec ha muerto y el nuevo inca Túpac Yupanqui sabe por Ima Súmac del cautiverio de Cusi Coyllur en el Acllahuasi. Al traerla y ver las huellas de su sufrimiento se conmueve y permite que Ollanta se una a ella, con el beneplácito de la hija de ambos, Ima Súmac.

En la obra no se menciona la fe religiosa de los conquistadores y hay canciones y expresiones propias del pueblo quechua. Aunque la acción decae al final, la obra tiene una teatralidad consistente con hermosos y conmovedores pasajes líricos y personajes claramente diseñados. A pesar de su final feliz, el conflicto se centra en el derecho a la rebeldía contra la injusticia y la absurda diferencia de clases. Posición que revela un autor ajeno al poder y significado de un Inca durante el imperio, donde hubiera sido imposible tanta magnanimidad como la demostrada por Túpac Yupanqui que, no solo concede la unión de su hermana con Ollantay sino que lo nombra su representante durante su ausencia en la capital imperial.


Raúl Porras Barrenechea hace notar una cierta alusión al descuartizamiento de Tupac Amaru, amarrado a cuatro caballos y ultimado barbaramente: “En el drama vencido Ollantay, Túpac Yupanqui invita al Villac Umu y a Rumi Ñahui a pronunciar sentencia. El frío e implacable Rumi Ñahui que bien pudiera simbolizar a Areche, pide que los cabecillas sean ligados a cuatro estacas y pisoteados por los suyos”

En la versión Justiniano del clérigo de Sicuani Antonio Valdez, descubierta por su sobrino Narciso Fuentes, se puede apreciar muestras de la civilización occidental en el comportamiento rebelde del protagonista, en la presencia de Piqui Chaqui, rol equivalente al del infaltable cómico del drama español, y aun en el lenguaje empleado; pero es claro que el argumento es incaico, posiblemente inspirado en la rebelión de los antis.

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La traducción más antigua, de 1853, es la hecha al alemán por Johann Jacob von Tschudi. Al castellano conocemos las traducciones de Sebastián Barranca, Teodoro Meneses, Jesús Lara y la adaptación de Sebastián Salazar Bondy y César Miró.

El drama se considera anónimo. Pero, según Teodoro Meneses, citado por Luis Millones, el erudito Vasco de Contreras y Valverde fue quien escribió este drama, hacia 1647.

Wanka del fin de Atau Wallpa:

Es una interpretación indígena de la conquista, traducida del quechua por Jesús Lara, de un manuscrito hallado en Chayanta fechado en 1871.


Escrita en verso. Intervienen coros que comentan el texto y llegan a dialogar con los personajes. No hay división en actos y escenas. Un recurso singular es el de hacer que cuando hablan los invasores sólo se les ve mover los labios y no se sabe qué han dicho hasta que el traductor lo aclara.

Los españoles son compuestos como ambiciosos y feroces. Inclusive, piden ayuda a la Virgen para consumar el asesinato de Atahualpa.
En un extraño epílogo el rey de España castiga a Pizarro por su regicidio

Debate de Incas:

Hallada en 1955 por César Guardia Mayorga en Santa Lucía de Cliza, Bolivia. Alcanzó difusión mayor en Kuntur-1987 traducida por Teodoro Meneses.

Sigue los lineamientos argumentales del Wanka del fin de Atau Wallpa. Pero aquí la incomunicación se da haciendo que cada facción hable en su lengua (castellano-quechua). El coro de ñustas interpreta sentidos comentarios de gran lirismo. Pizarro es igualmente mandado a ejecutar por el rey de España por los excesos cometidos.

La muerte de Atahualpa: tema recurrente:

La captura, cautiverio y muerte de Atahualpa ha dado pie a una serie de obras del periodo colonial en las que se trata el suceso desde la visión de los vencidos. Hay varios trabajos actuales sobre el particular:

• La muerte del rey Inca en las danzas populares y la relación de Pomabamba, publicado por Wilfredo Kapsoli-1985
• Dramas coloniales en el Perú actual, por Roger Ravines, Milly Ahón, Francisco Iriarte- 1985
• La muerte de Atahualpa, por Teodoro Meneses-1987
• El Inca por la Coya, historia de un drama popular en los Andes peruanos, por Luis Millones-1997.

b- Teatro Quechua Colonial de intención catequizante

Mencionaremos;

Yauri Tito Inca o El pobre más rico, moralidad del licenciado Gabriel Centeno de Osma (Cusco)
Uska Páukar (Situación de la familia incaica en el siglo XVIII) Anónimo
El hijo pródigo, de Juan Espinoza Medrano. (1632-1688)

Raquel Chan Rodríguez destaca las similitudes entre estos textos y las estrategias de evangelización por medio de imágenes y pinturas que respondían al espíritu de la Contrarreforma y a las aspiraciones del Concilio de Trento. Identifica algunas escenas con los dibujos de Guamán Poma y demuestra que el culto mariano, el rosario, el poder de los ángeles guerreros y la andinización del demonio son estrategias para acercarse a la población indígena y mestiza. Las oscilaciones de Usca Páukar (pecado-religión; rebelión-sumisión colonial) formalizan la ambigüedad del sujeto colonial andino. Guillermo Lohman Villena coincide en el mismo punto.

Argumentos:

Yauri Tito Inca o El pobre más rico.

El protagonista, aunque pobre, no se humilla ante los españoles. Nina Quirú (Lucifer) lo hechiza. Se enamora de la princesa viuda Cori Umiña. Solicita a Lucifer regresar a su tierra de origen luego de dos años de vida con la princesa como esposa. Pasa el tiempo establecido y Nina Quirú viene a cobrar…Pero su fiel y astuto criado Quespillo hace ver a Nina Quirú como lo que es y se lo dice a Yauri Tito.


Yauri Tito se salva de la eterna condenación infernal al aparecer milagrosamente el Ángel de la Guarda, y convertirse al cristianismo,, en el Santuario de Belén-Cuzco, gracias a la ayuda de Cori Umiña

Uska Páukar

Se conservan los códices de Justo Apu Sahuaraura, y el del quechuólogo alemán Ernest Middendorf: Usca Páucar, Auto Sacramental del Patrocinio de María Nuestra en Copacabana.
Tema similar al de Yauri Tito, aunque esta vez el protagonista, gracias a Kespillo, su fiel servidor, es salvado de Luzbel (Yunca Nina) por la Virgen María que, guiada por un ángel, aparece milagrosamente en una procesión de niños.

El hijo pródigo

1 Hurin Saya, hijo menor de Kuyaj Yaja solicita su herencia y parte.
2. El hijo dilapida la herencia para dar placer a Uku (el cuerpo) y termina cuidando los cerdos de Nina Quirú (diente de fuego).
3. Diospa Simin (la palabra de Dios) lo ayuda para que retorne a su hogar.
4. Culmina con el banquete del regocijo paterno por haber recuperado a su hijo.

Cuando Uku (el cuerpo) reclama al mundo comida, se mencionan platos criollos:

Mundo: Huaina Kari distráelos
Pillonkoi, Posoko traed corriendo
De comer, beber y flautas
Uku: Que venga primero el asado,
Con jugo picante, tengo hambre.
Cristiano: ¡Únicamente piensas en la comida!
Uku: Y si pienso en ella, ¿qué te importa?
¿Acaso no piensas tú en
mandar en el mundo,
en ser rico, y en hacer las veces del amo?
¿Te contradigo, yo?
Yo digo que vengan sopa y jugos,
charqui, conchas y gelatina,
maíz sancochado y ensalada,
estofado, maíz dulce y habas,
carne no nacida y legumbre,
mazorcas, frejoles cocidos, chicha dulce,
hongos, humitas y porotos,
paltas, ensaladas de chichi, papas y frutas secas,
chicha de maní amarilla y blanca.



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