TEATRO PARA NIÑOS

Mencionaba en un artículo anterior que el 20 de marzo se celebra el “Día Mundial del Teatro para niños”.
Claro que muchos dirán: para qué necesitamos un día más de celebraciones, habida cuenta que en marzo también se celebra el Día de la Narración Oral, el Día del Títere y la Marioneta y el Día del Teatro.
¿Celebrar entonces a los actores que hacen el papel de idiotas, actuando para niños que se mueven en sus asientos como epilépticos, que corretean por toda la sala, interrumpen con sus gritos y comentarios el desarrollo de la obra ante la mirada aburrida de los adultos que los acompañan? ¿Verdaderamente, vale la pena?


"La flauta mágica" por Les Comedians en el Grand Teatre del Liceu

La respuesta es un rotundo si.
Hay algo que quizá muchos adultos no han tomado en cuenta justamente porque asisten a la sala con un criterio de adulto y porque hay que “entretener” a los chicos en algo para que no molesten en la casa, y es esa poderosa relación que se entabla entre el actor y el niño, con la vitalidad, imaginación, fantasía, diversión y todo lo que el teatro para niños conlleva.
En todo el mundo los actores están creando un nuevo espacio de Teatro para niños, que combina la la danza, el encanto de las nuevas obras de teatro, el magnetismo de los títeres y la energía que se da en los  nuevos musicales.
Estas obras van desde la reposición de nuevas versiones de los tradicionales cuentos de hadas y las adaptaciones de películas o juegos de video llevados a escena
Pero, ¿cómo puede el teatro, especialmente el teatro para niños formar mejores personas, en un mundo y una sociedad tan caótica y perversa como la nuestra?

No quiero pretender que he descubierto el agua tibis,  pero gran parte de nuestros males provienen  de una falta  de empatía. No nos entendemos el uno al otro y tampoco hacemos nada por lograrlo.
Pero el teatro nos invita - no nos obliga - a empatizar.

El teatro es  el lugar donde podemos ir a practicar la atención,  la comprensión y el compromiso con las personas que son diferentes a  nosotros o hasta igual a nosotros mismos. Los niños necesitan este tipo de práctica, incluso más que los adultos.
Nosotros les vamos a heredar esta tierra y desde ya tienen que aprender a llevarse bien unos a otros, a entenderse, a discernir acerca de su futuro, a elegir bien, a pensar y a tomar decisiones adecuadas..

Si llevamos  a un niño al teatro, éste no sólo va a educarlo, también le divertirá, y regresarán felices por haber compartido ese tiempo juntos, aprenderán a ver la vida desde otra óptica, aprenderán  a manejar los conflictos y a valorar todas las expresiones artísticas.

No espere el 20 de marzo para llevar a un niño al teatro, nuestra oferta es muy variada y está disponible todos los fines de semana, pero no vaya como un simple acompañante que está cumpliendo una tarea encomendada; relájese, disfrute el espectáculo, participe con él y verá como todo cambiará para mejor.




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